Sunday, May 31, 2015

Día Turístico en San Antonio


San Antonio... qué puedo decir. La verdad no tenía muchas expectativas para esta parte del paseo. No sabía muy bien qué esperar, lo planeamos porque teníamos que parar en algún sitio y porque estaba en el camino. Pues, después de hoy, quedé gratamente sorprendida. Cuando entramos en el carro, la ciudad se abrió completamente iluminada como recibiéndonos con ganas de mostrarnos que aquí también hay cosas hermosas.


La ciudad tiene como un tinte beige, como de arena, un color diferente a las ciudades que conozco e inmediatamente uno se siente en un lugar único. Es una ciudad, en mi opinión, muy particular porque tiene mucha de la infraestructura avanzada de EEUU, pero tiene el alma latina, especialmente mejicana. 


Caminamos por el river walk, que es un paseo en las orillas del río alimentado por locales y restaurantes hermosos, vimos la catedral, y algunas plazas. Yo, sinceramente me sentí en Méjico todo el día. Es completamente extraño ver el típico estereotipo mejicano, de sombrero, bigote, y poncho hablando perfectamente inglés... Caminábamos por locales y de repente empezaba a sonar "cielito lindo" tocada por mariachis reales... Yo creo que la manejada de ayer estuvo así de larga porque Mariana me trajo hasta Monterrey y no me dijo. 


Paramos a almorzar en una terraza hermosa, y como Texas es el estado más gordo (dato curioso) las dos almorzamos perfectamente bien con dos entradas... (y sobró) La cantidad de comida no es normal. No se si hay tanta comida porque están tratando de alimentar a la gente gorda o si la gente es gorda por que hay tanta comida... es como la pregunta de quien vino primero si el huevo o la gallina... Nunca lo sabremos. 


En fin, fuimos también al Alamo, unas ruinas famosas de Texas con una historia larga y bonita y después de eso, por ser Domingo se nos acabaron los planes. Entonces nos relajamos y nos sentamos delicioso en la orilla del río a comernos un postre y un té y ver gente pasar. Día relajado, que viene bien de vez en cuando en este paseo. 




Cuando llegamos a la casa, todos los venados del vecindario estaban donde la vecina del frente. Ella les da comida todos los días a las 6pm entonces ellos ya saben dónde estar y a qué horas. La señora es como la "encantadora de venados", tiene una pinta bastante rara les cuento. Tierra en la cara, pantaloneta morada y camiseta casi ombliguera de lo vieja que está (que deja ver su barriga tejana bien cultivada). Ella les habla como si fueran bebés y ellos de alguna manera responden. Uno de ellos se llama "Charlie" y es su mascota que creció en la casa con ella. 



Estuvo espectacular, pero definitivamente raro, uno no conoce todos los días a una señora que viva con venados. 




Definitivamente San Antonio nos sorprendió, descansamos delicioso que bien lo estábamos necesitando, conocimos una ciudad hermosa y muy peculiar, y para que vean la CANTIDAD de cosas que teníamos para hacer hoy, les hicimos una película tejana
para que disfruten...







 La caricatura que nos hicieron en el mercado:


Y un regalo que nos hizo muy felices:




Saturday, May 30, 2015

New Orleans-San Antonio

550 millas, 12 horas de camino


Hoy salimos muy madrugadas porque nos esperaba una manejada larga y teníamos ganas de hacerla con calma. Mariana, que ha sido una excelente guía turística encontrando planes y actividades interesantes para hacer en todas las ciudades, encontró unos tours por los pantanos de Louisiana a 2 horas de New Orleans y desde ayer hicimos la reserva para las 11. Nos vestimos de acuerdo a la actividad, principalmente para evitar una insolación y a las 10:30 estábamos en un parqueadero al lado de un pantano, esperando a nuestro guía. 




El tour fue en un bote con 10 personas más, bajo el sol de medio día. Primero lo bueno: vimos muchos cocodrilos, pájaros, tortugas, peces y unas plantas hermosas. Los paisajes incomparables, el guía divertido, nos contó buenas anécdotas en su acento sureño y nos llevó por todos los rincones del pantano. El plan valió mucho la pena. El único "pero" es que vimos la muerte bajo ese sol. 


Ni siquiera voy a empezar a describir el grado de calor que teníamos, solo imagínense estar a unos cuantos minutos de morir, así estábamos nosotros con los pantalones y las camisetas mojadas del sudor y lo peor, pegadas a las sillas. En fin, finalmente llegamos y el aire acondicionado del carro nos recibió con un refrescante abrazo. 



De ahí continuó la manejada sin ningún problema un par de horas más hacia Texas. No se por qué hoy Sábado todos los lugares a los que queríamos ir a comer estaban cerrados y terminamos comiendo en un restaurante mediterráneo que a la vez es bar de narguila... si, es lo más extraño del mundo pero teníamos que comer algo. (la comida estaba deliciosa y nos reímos un rato del uso alterno del restaurante).


Al salir de ahí nos esperaba lo que nos tenía un poco nerviosas. Atravesar Houston para llegar a San Antonio. Ya nos habían llegado varias notificaciones de alerta de tormenta e inundación y efectivamente, hubo tormenta e inundación. Lo tomamos con calma, despacio, oyendo música tropical para contrarrestar el ambiente y el paisaje y nos relajamos... 

Ni que tuviéramos algo más para hacer aparte de manejar... 


La tormenta nos alargó el trayecto una hora y cuando finalmente salimos del hoyo negro fue como si el universo nos tuviera preparada una sorpresa por haber sido pacientes. UN ATARDECER como de película que nos acompañó por una hora más. 

No les miento, la manejada de hoy me dio duro. Faltando una hora ya me quería tirar del carro, pero una vez más, cuando menos lo espero, sorpresa: llegamos a una casa hermosa, unos anfitriones que los quiero de amigos para toda la vida, y los alrededores inundados de venados. 

Claro que me dormiré feliz en el "Lone Star State".



(Y aquí les dejamos la canción de hoy grabada en la mitad de la tormenta.)



(Y algunas otras fotos de hoy)









Friday, May 29, 2015

Día Turístico en New Orleans


Incluso antes de empezar a escribir, ya se que voy a quedar inconforme con la crónica de hoy. Esta ciudad es tan maravillosa que se que es imposible ponerla en palabras. De todas maneras haré mi mejor esfuerzo. 

Hoy el día estuvo lleno de cosas, absorbimos New Orleans por los poros. Empezamos desayunando en "El Croissant de Oro", un sitio donde no frecuentan turistas entonces pudimos ver gente local viviendo un día normal. Claramente, como indica el nombre, cada una desayunó croissant y estaba tan rico que posiblemente si sean de oro de verdad. 



De ahí salimos y caminamos el mercado. Yo tengo un especial afecto por los mercados entonces me pareció una de las mejores partes del día. Este es al lado del río y se extiende por un par de cuadras. Tiene desde alimentos frescos hasta artesanías latinas... si, así como lo leen, había puesto de venta de sombreros y mochilas. Nos entretuvimos un rato viendo los artesanos, pintores, joyeros y demás y fuimos entrando a la zona de almacenes típicos de New Orleans.

Si uno viene a New Orleans y no tiene algún contacto con el Voodoo y su historia, creo que se pierde una de las mejores partes. Por eso nos metimos a cuanto almacén encontráramos de artefactos mágicos y muñecos de brujería y por supuesto terminamos en el Museo del Voodoo que, para ser completamente sincera, primero, no tiene nada de museo, y segundo, solo quedamos preocupadas por la pobre persona a la que le va a tocar limpiar esa casa cuando el museo entre en quiebra. Ahí les dejo las fotos para que se ilustren en la pila de basura que fuimos a ver. 



Seguimos caminando entre esas casas que tanta admiración me producen, las calles con los perfiles de balcones de colores, barandas en hierro forjado y porches siempre con sillas; y fuimos llegando a la catedral, al parque de Louis Armstrong, a las tiendas de pralines y finalmente a la hora de almuerzo al restaurante número uno de PO-BOYS. 


Los po-boys son unos sánduches en bagette típicos de Louisiana. El original es con camarones y se llaman po´boys por que vienen de la expresión "POOR BOYS" para referirse a los jóvenes de las huelgas del tranvía. No es nada realmente especial, pero la historia, la sencillez, la manera de pedirlos, el restaurante, las mesas... bueno todo! había que comer po´boy! y si que lo disfrutamos! 



Después de tanto caminar, y de recorrernos el "French Quarter" de arriba a abajo unas cuantas veces, nos fuimos para una calle un poquito alejada del barrio, famosa por los bares y discotecas con música en vivo. No había mucha gente y nos sentamos a descansar en un local y a oir una banda increíble! Ahí se nos fue el resto de la tarde felices, y nos dio la hora de ir a hacer la fila para la principal atracción del día: El show de Jazz en el Preservation Hall.

Este sitio es un salón... no se le puede llamar bar porque no tiene ni un vaso de agua, tiene 4 shows de jazz al día. Está en pie desde 1961 y la idea principal es preservar y seguir con la hermosa tradición del "New Orlean´s Jazz". Les cuento que para el show de las 8 hay que empezar a hacer fila desde las 7, pero vale toda la pena del mundo la espera. Es un salón pequeño y oscuro, y uno se sienta en unas bancas de madera o se queda parado ("first come, first served"). 

Aquí es cuando digo que las palabras faltan. Cuando se erizan los pelos, se tapa la garganta y el corazón empieza a latir a mil... ahí es cuando uno sabe que está viendo algo que vale la pena. Los músicos con más alma que yo haya visto alguna vez. Ellos respiran Jazz, los instrumentos son como parte de sus cuerpos, todo es tan natural, todo se ve que ocurre sin el más mínimo esfuerzo y sin embargo es tan impresionante que uno no alcanza a entender qué es lo que está pasando en ese salón. 



Ya mañana nos vamos y si no se me nota, pues les digo que NO me quiero ir. New Orleans es magia. No puede haber otra explicación para que esto exista. 







Thursday, May 28, 2015

Tuscaloosa-New Orleans

300 millas, 4 horas y media

Si yo les pudiera explicar la emoción que yo tenía de que llegara el día de viajar a New Orleans, no me creerían. Finalmente llegó, y después de una noche perfecta en esa cama como de hotel, y de un desayuno listo y delicioso por parte de Imán nuestra anfitriona, salimos a nuestras 4 horas de manejada. 

El clima hoy estuvo loco, y fue entretenido manejar entre las nubes negras viendo un claro en el cielo al fondo de la carretera y finalmente llegando a él, como saliendo de un túnel. Hago un paréntesis para decir que me tiene realmente sorprendida la forma tan civilizada de manejar en este país. (Claro que vengo acostumbrada a las pendientes de Medellín y a la jungla que es Bogotá), pero aún así manejar aquí es delicioso. 

En fin, pasamos por Mississippi y finalmente llegamos a Louisiana. Cuando empezamos a ver esas casitas de todos los colores, con los porches decorados con flores y las sillas para sentarse a mirar hacia afuera, se me erizaron los pelos. !Qué ciudad! El ambiente, la personalidad, las calles, todo parecía como si hubiéramos entrado en otra dimensión. 


Se me había olvidado contarles que ayer en la noche la persona que nos debía recibir hoy, nos canceló la reserva y nos dejó sin hospedaje, no voy a mentir, hubo un momento donde efectivamente cundió el pánico, pero como todo pasa por alguna razón, encontramos una joven que nos recibió en una casa linda justo en la Esplanada (la calle principal), cerca del "French Quarter" y uno de los nuevos lujos que nos hace más felices: Baño privado. 





Después de instaladas, salimos a caminar. Recorrimos el French Quarter que en cada esquina tiene una banda callejera tocando blues, comimos Beignets en el "Cafe du Monde" que lleva ahí desde 1860 (ahí se partió mi vida en dos: Antes de los beignets y después de los beignets, ahora nada va a ser igual. Qué delicia!), caminamos por el barrio de las mansiones más famosas, montamos en el "street car" y reconsideré mi vocación en la vida, creo que me mudaré a New Orleans a leer el tarot. Realmente siento que es ahí donde pertenezco.



Estoy como en un sueño. Esta ciudad tiene una magia muy particular. Quisiera llevarme un poquito. 


"El conductor del bus saluda al policía, el policía se despide de los niños que se montan al trolley, los niños comparten la silla con su mamá que tiene un peinado de peluquería recién hecho, la señora del lado la felicita por su peinado, el carrito anda despacio y frena para esperar al señor de bastón que viene con su bolsita de beignets para llevar a la casa... 



...y en todas partes hay collares colgando desde el Mardi Gras de quién sabe cuándo...

Aquí los veo, sentada en una terraza llena de lucesitas oyendo música en vivo y comiendo queso con pan...  Puro plan que le encantaría a mis papás... Quedamos como parecidas a ellos o que?







Wednesday, May 27, 2015

Atlanta-Tuscaloosa
231 millas


Cuando les digo que en este viaje a veces no sabemos qué sigue, no es mentiras. Ayer por la noche estábamos discutiendo si partir la manejada a New Orleans en dos, o si hacerla de un tramo y pasar otra noche en Atlanta. Finalmente, Mariana, la encargada de las reservas donde dormimos, reservó un cuarto en Tuscaloosa. Primera vez que oigo hablar de ella. Tuscaloosa, Alabama. A 4 horas de Atlanta y New Orleans, perfectamente a mitad de camino. Sin embargo, decidimos pasar el día en Atlanta y viajar en la tarde para llegar derechito a dormir.

Les cuento que caí redonda como si me hubieran dado un palazo y me desperté esta mañana pensando que eran las 7, súper civilizada en la casa de Robert, lista para bañarme y tender la cama y estar sentada en la sala como una señora a las 8 (porque en casa ajena que pena dormir como una morsa)... pues morsa fui... eran casi las 10.

Cómo se nota cuando uno tiene un poco de sueño atrasado. Por suerte Robert puede ser fácilmente la persona más amable y hospitalaria del planeta y nos esperó pacientemente para llevarnos a desayunar. 


Hoy el día fue un día de descanso, como para coger impulso. Dormimos delicioso, y con Robert fuimos a conocer otra parte de Atlanta que no habíamos visto. Lo más llamativo fue el lugar donde almorzamos. Se llama "The Vortex", otro restaurante americano, pero este tiene un poco (o mucha) más personalidad que el de ayer. Sabes que estás en el sur cuando en el menú de ensaladas te dicen que "finalmente aprendimos cómo freír una ensalada"... creo que con eso les digo todo. Y les pongo la foto para que realmente vean que ESO EXISTE. (yo no hubiera creído sin evidencia fotográfica.) 


Tristemente nos despedimos de Robert, y salimos rumbo Tuscaloosa alrededor de las 4. Sweet Home Alabama nos recibió con un aguacero monumental que hizo que la manejada fuera un poquito más difícil y ciertamente más lenta, pero tranquilamente fuimos llegando. Y como la vida y el universo nos tienen sorpresas por los rincones más inesperados, llegamos a una casa HERMOSA, con una anfitriona Egipcia que difícilmente puede ser más querida, una cama como de hotel, un baño impecable solo para nosotras, té, café, desayuno para mañana... en fin, la lista sigue. Eso si, creo que nuestros estómagos necesitan un descanso entonces la comida de hoy será un durazno, un par de nueces y un té.

Este viaje ciertamente me sigue asombrando y no dudo que lo seguirá haciendo hasta el final, por ahora me meteré en esta cama de hotel y seré una morsa por unas cuantas horas más. 



Una canción difícil, un poco apuradas, por favor ignoren los errores :)
https://soundcloud.com/amalia-restrepo/here-comes-the-sun